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sábado, 24 de febrero de 2018

Uso de avances en efectivo demuestra baja cultura financiera de los chilenos

Resultados del estudio del Servicio Nacional del Consumidor, SERNAC, revelan que los avances siguen siendo un muy buen negocio para las empresas que los ofrecen a costa de clientes que, claramente, son incapaces de distinguir las ventajas y desventajas entre los distintos productos y servicios financieros. El Servicio de Educación Financiera de Consumidores Asociados da luces para elegir los mejores medios de pago y enfrentar inteligentemente los gastos de temporada o cualquier necesidad emergente.
 

Con el propósito de orientar e informar a los consumidores que están pensando en realizar un avance en efectivo o compras en cuotas para costear los gastos escolares, el SERNAC realizó un estudio para saber cuánto podría terminar pagando un consumidor, si opta por realizar una de las dos modalidades por un monto de $200 mil en 12 cuotas, utilizando tarjetas de crédito. El análisis incluyó a entidades bancarias, del retail y cooperativas de ahorro y crédito.

No obstante, a pesar de los constantes estudios del SERNAC, alertando sobre las diferencias y los altos costos en este tipo de productos financieros, la conducta de los consumidores, que sigue solicitando avances en efectivo, demuestra la baja cultura financiera de la población, que es incapaz de distinguir entre una alternativa y otra para elegir cómo financiar los gastos de una temporada complicada, como la de marzo.

Así lo sostiene el Director del Servicio de Educación Financiera de Consumidores Asociados, Alejandro Pujá Campos, quien revela que esta baja cultura financiera causa estragos en la economía doméstica.

Pujá, quien realiza unas 30 charlas y exposiciones anuales ante distintos públicos, revela que "basta preguntar en un salón con 30 ó 40 personas, quiénes poseen una cuenta vista para que una o dos personas levanten la mano. Luego, cuando pregunto quién tiene una tarjeta de débito, levantan la mano una o dos personas más. Posteriormente, cuando pregunto quién tiene una tarjeta RedCompra o una Cuenta RUT, una cantidad mucho mayor levanta la mano. Lo dramático de esta sencilla prueba que he hecho varias veces, con distintos públicos, es que una Cuenta RUT o la RedCompra son esencialmente lo mismo que una cuenta vista o tarjeta de débito".

"Las personas tienen escaso conocimiento de los instrumentos que usan -continúa Pujá- y ya con eso uno entiende las razones por las que toman avances en efectivo, cuando muchas veces tienen a su alcance alternativas más económicas, como una tarjeta de crédito, con la que podrían pagar en tres o más cuotas a precio contado, recibiendo además bonificaciones en puntos, que les sirven para adquirir otros productos en el mediano plazo".

"Tampoco entienden bien que una tarjeta de crédito asociada a las marcas internacionales como VISA, Mastercard, etc., les serviría para acceder a miles de comercios en Chile y el extranjero, pudiendo así descartar las tarjetas de crédito más limitadas que aún ofrecen varias casas comerciales, tarjetas que tienen una aceptación limitada. Así es como usan distintas tarjetas para pagar ciertas cosas, aumentando sus costos mensuales por concepto de pago de comisiones de mantención", finaliza el director del Servicio de Educación Financiera y presidente de Consumidores Asociados.

En palabras sencillas, una recomendación muy importante es descartar las tarjetas más caras en comisiones, privilegiando aquellas que se pueden usar en todas partes, permiten pagar en varias cuotas a precio contado, y además bonifiquen las compras con puntos u otros beneficios, al menor costo de comisión mensual o, mejor aun, sin comisión.

Seguir estas recomendaciones, bajará en el corto plazo la carga financiera y permitirá que la llegada de fechas de altos gastos no sea un drama familiar.
El estudio se realizó en base a un avance de $200.000, a través de una tarjeta de crédito, en 12 cuotas, comparando el Costo Total del Crédito (CTC) que incluye los intereses, impuestos y comisiones en general. 

Como ejemplo y comparando entre instituciones, un consumidor puede terminar pagando desde $212.046 (tarjeta Visa Dorada Banco Falabella), hasta $454.590 (Hites, retail), esto es, una diferencia de $242.544, lo que equivale a un 114% entre el más económico y el de mayor valor

En relación a cada sub-mercado, de acuerdo a los resultados, el análisis detectó que en las tarjetas de crédito relacionadas al retail, un consumidor puede terminar pagando (CTC) desde los $236.571 con la tarjeta CMR Falabella (tradicional/Visa/MasterCard) hasta los $454.590 con la tarjeta Hites. Es decir, una diferencia de $218.019, lo que representa un 92% más respecto del menor valor en este submercado. 

En el caso de la banca, el CTC varía entre los $212.046 en el banco Falabella (Visa Dorada) hasta los $372.954 en el banco Security (Mastercard One), con una diferencia de $160.908, lo que representa un 76% más respecto del valor más bajo. 

En la cooperativa de ahorro y crédito Coopeuch, el CTC varía entre $212.883 y los $268.592. La diferencia se debe principalmente al tipo de contratos (previos al 26 de noviembre del año 2014 o posteriores al 26 de noviembre de 2014).

El informe completo de SERNAC, está disponible en su página, haciendo click aquí.

Publicado originalmente en el sitio del Servicio de Educación Financiera de Consumidores Asociados.

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